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Corea del Sur ha desarrollado un sistema de armas láser denominado Block-I, diseñado para neutralizar drones norcoreanos mediante la irradiación directa de luz láser generada a partir de fibras ópticas. Este sistema, parte del proyecto «Star Wars» de Seúl, marca un avance significativo en la defensa contra vehículos aéreos no tripulados (VANT) de pequeño tamaño y alta velocidad.

El Block-I utiliza cables de fibra óptica para generar un rayo láser que se dispara a una distancia relativamente corta contra pequeños drones. Cada disparo es silencioso e invisible a simple vista, con una duración de entre 10 y 20 segundos, alcanzando temperaturas superiores a 700 grados Celsius. Esta intensidad térmica es suficiente para dañar e inutilizar el motor o la batería de un dron. Además, cada disparo tiene un costo aproximado de 2,000 wones (alrededor de 1,45 dólares), lo que lo convierte en una opción económica en comparación con otros sistemas de defensa.

La Administración del Programa de Adquisiciones de Defensa (DAPA) de Corea del Sur ha anunciado un contrato de 100,000 millones de wones para la construcción de este arma, con el objetivo de fortalecer la capacidad de respuesta del país ante las incursiones de drones norcoreanos. Se espera que el sistema esté operativo a finales de este año.

Este desarrollo posiciona a Corea del Sur como el primer país en desplegar una tecnología de armas láser para la defensa contra drones, una iniciativa que ha sido objeto de interés y desarrollo en diversas naciones. La implementación del Block-I representa un avance significativo en la defensa aérea, ofreciendo una solución efectiva y económica para contrarrestar la amenaza de drones en la región.